Pilar Gámez
- 1 mar 2021
- 2 Min. de lectura

¿A qué sabe la luna?

¡Hola, hola!

Hoy os traigo un libro muy conocido y un clásico en la literatura infantil, que si no habéis leído aun, seguro que sí habéis al menos oído hablar de él. Aun así, me apetecía enseñároslo, para aquellos que no lo conozcan o, aunque les suene de oídas, no sepan de qué va.

Hacía mucho tiempo que los animales deseaban averiguar a qué sabía la luna. ¿Sería dulce o salada? Tan solo querían probar un pedacito. Por las noches, miraban ansiosos hacia el cielo. Se estiraban e intentaban cogerla, alargando el cuello, las piernas y los brazos. Pero todo fue en vano, y ni el animal más grande pudo alcanzarla.

Fue en ese momento cuando la tortuga subió a la montaña más alta que encontró para intentar alcanzar a la luna. Pero como no llega, llamará al elefante.

A pesar de que este se subió a su caparazón, juntos, seguían sin poder tocarla, por lo que tienen que ir llamando a más y más animales formando una alta torre, con la esperanza de que alguno de ellos pueda alcanzarla.

El problema es que la luna se toma esto como un juego y, conforme un nuevo animal hace más alta la torre, ella se aleja. Así pasa y pasa, hasta que sube el ratón, y la luna lo infravalora, ya que considera que un ser tan diminuto no podrá alcanzarla. ¡Grave error!

El ratón se hace con un trocito de luna para compartir entre todos sus compañeros.

Y así, usando la búsqueda de la luna como eje central, este libro nos muestra una preciosa historia de amistad y trabajo en equipo, trabajo que da sus frutos sin lo hacen todos juntos. Porque con esfuerzo y perseverancia, aunando fuerzas, se pueden conseguir muchas cosas.

A su vez, la mecánica repetitiva que este libro guarda, como otros muchos libros infantiles, hace que los niños presten más atención y estén preparados para agregar un nuevo elemento a, en este caso, la torre.

Además, el formato del libro que tengo en casa, trae con él un medidor para colocar en la habitación con las ilustraciones de los animales haciendo la torre para alcanzar a la luna. Toda una maravilla.