Gulo, el elefante anoréxico y otros cuentos

Hoy os traigo un nuevo libro que incluye cinco historias que abordan diferentes temas como la anorexia, la bulimia, la infravaloración, el bullying, el alzheimer, la vocación, la enuresis y los miedos nocturnos. Temas que nos ayudan a responder preguntas difíciles, a afrontar los miedos y luchar por nuestros sueños o frente a la adversidad.
Así, los cinco cuentos son:
- Gulo, el elefante anoréxico

Esta historia transcurre en la sabana, donde vive una manada de elefantes. Allí nace Gulo, un elefante como cualquier otro. Conforme este fue creciendo, se fue convirtiendo en un ser majestruoso que causaba admiración. Era enorme y magnífico, ¡todo un ejemplar de elefante! Algo que lo hacía, probablemente, el candidato más favorable a suceder al Gran Jefe de la manada.
Pero la sabana dejó de ser fértil y escaseaba la comida y vegetación, por lo que la manada tuvo que desplazarse a una nueva zona. Allí, convivieron con otras especies que captaron la atención de Gulo: espigadas jirafas con cuellos larguísimos, cebras galopantes, fieros y temidos leones... y lo que más admiró Gulo: gacelas ágiles y hermosas. Fue tanto lo que le gustaron las gacelas, con sus saltos y carreras, que quiso ser como ellas. Sabía que con su peso y tamaño jamás correría así de ágil ni pegaría esos brincos. ¡Ya no le gustaba como era él! Así que se puso a dieta e hizo mucho ejercicio para perder peso y tamaño, e intentar acercarse a lo que es una gacela.
Sin embargo... sus compañeros de manada no lo veían igual. Sentían que se avergonzaba de ser quien era, que con esa decisión estaba perdiendo fuerza y resistencia, características propias de los elefantes, por lo que dudaban de si sería un buen líder. Tanto fue así, que se marchó en busca de otros animales que le entendieran. Así dió con Buli, una gacela bulímica que se había hinchado a comer para parecerse a un elefante, ya que le había pasado diametralmente lo opuesto que a Gulo.
Juntos se hacen amigos y viven aventuras, lo que les hace darse cuenta de quienes son realmente, y que tienen que valorarse como tal, ya que lo que uno considera un "defecto", no tiene por qué serlo, puede ser causa de admiración. Solo hace falta saber con qué ojos mirar.
- Babi, el caballo que se atrevió a soñar

En esta historia nos desplazamos a un pueblo de Castilla, donde vivían varios caballos. Entre ellos, nació Babi, un potrillo que corría, brincaba y saltaba con sus compañeros. Todos ellos fueron creciendo y jugaban a las carreras, demostrando lo rápidos y veloces que eran. Todos... menos Babi. Él no era capaz de correr a esa velocidad.
Por eso, cuando los niños del pueblo iban a montar a los caballos para hacer carreras, nunca le escogían a él. Babi se dedicaba a pasear llevando a su lomo a los niños que quisieran, pero nunca participaba en las carreras, porque se reían de él.
Un día, se adentro en el bosque oscuro al que todos temían, y al ver su reflejo en el río, descubrió porque no podía correr tan rápido: era muy grande. Él quería ser cómo los demás, pero sus padres le intentaron hacer ver que sus características servirían de algo y le harían especial.
Fue con la llegada del Cid Campeador buscando el caballo ideal para él cuando descubrió que la velocidad no lo es todo, sino que la fuerza, la valentía y la lealtad, juegan un papel aun más importante.
- Papá, ¿por qué el abuelito lleva puestas las zapatillas de la abuela?

Esta historia viene en forma de carta, que le escribe una niña a su amiga Ana. En ella, le cuenta (en un relato interrumpido por otras cosas, como suele ocurrirle a los peques) su día a día, aventuras de las vacaciones, trastadas de su hermano y diversas anécdotas. Pero el eje central de su mensaje es que nota a su abuelo raro, que no sabe como explicarlo, pero que no actúa como siempre. Se le olvidan las cosas, quita el mantel y en vez de guardarlo lo vuelve a poner, se coloca la camisa medio abrochada sobre el pijama y confunde el teléfono con el mando de la tele. Y claro, ella quiere saber que ocurre. Es así como escucha parte de una conversación de sus padres, e investiga. Cuando da con la respuesta, sus padres le sientan a ella y a hermano para hablarles de su abuelo, y de esa enfermedad llamada Alzheimer que va apagando poco a poco el cerebro, por lo que a este le cuesta trabajo dar órdenes al resto del cuerpo.
Su nieta, de forma muy afectiva y dinámica (propio de una niña de 9 años), le va contando a su amiga como se siente y cómo cree que puede ayudarle.
- El disfraz de yo seré

En esta historia conocemos a Carmen y al dilema que le plantea su profesora: buscar un disfraz. Pero no, no es un disfraz cualquiera, es el disfraz de "yo seré". Y claro... ¿cómo va a saber la pobre que quiere ser de mayor? Hay algunos que lo tienen claro: futbolista, profesora, enfermera... pero para otros no es tan fácil, y entre ellos está Carmen.
Su profe les recomienda hacer una lista con cosas que se le de bien hacer y otra con cosas que le gusta hacer, y con eso, encontrar la profesión ideal para ella... pero nada.
Sus amigas parecen tenerlo claro, algunas desde el principio y otras gracias a las listas, así que mientras a ella se le ocurre y no, decide ayudarles a crear ese disfraz que tiene que ser casero. Ayuda a crear los disfraces de sus amigas, pero llega el gran día y ella sigue sin saber que quiere ser y, por tanto, sin disfraz. Aunque de pronto se le encenderá la bombilla y se dará cuenta de que la respuesta ha estado siempre delante suya,
- ¡Mamá, hay un cocodrilo debajo de mi cama!

En esta última historia conocemos a José, un niño que lo pasa bastante mal por las noches porque ¡hay un cocodrilo debajo de su cama! Por eso, cuando en mitad de la noche se despierta, se asusta, y por muchas ganas que tenga de hacer pis, nunca va al baño, porque sabe que si baja de la cama el cocodrilo le pillará.
Así, sus padres cada vez que van a despertarlo recogen las sabanas sabiendo que una noche más el cocodrilo ha acampado bajo la cama de su hijo. Ambos no le quitan importancia a lo que le sucede a José, ni le hacen ver que es una tontería, a pesar de encontrar las pruebas reales de lo que el consideraba una zarpa o un ojo brillante y amenazador. Sus padres, por el contrario, le hacen ver que pronto encontrará la valentía para echarlo de su dormitorio, como le pasó a su hermana con el ladrón que se colaba debajo de su cama también.
Y es, con una historia final que le cuenta su padre, que por fin, José destierra al temido cocodrilo de su cuarto.
Me parece una recopilación genial de cinco historias que abarcan muchos temas de interés, comprendiéndonos un poco mejor a nosotros mismos y a los demás, y sabiendo como afrontar las dificultades que se nos puedan presentar.
Datos del libro
Título: Gulo, el elefante anoréxico y otros cuentos
Autor: Roberto Corral Moro
Ilustrador: Enrique Morente
Editorial: Ediciones Mensajero
Páginas: 144
ISBN: 978-84-271-3543-7
Primera edición: 2013
Espero que os haya gustado.
Un besote
